sábado, 9 de abril de 2011

Parte 1

Parte 1
Se habían acabado ya las vacaciones. Era el 7 de febrero, eso significaba: Primer día de clases. Me levanté temprano y bajé a desayunar.
Durante la mañana me dedique a arreglar mis cosas. Todo estaba listo (o eso creía yo). Mientras acomodaba mis libretas me di cuenta de algo: ¡No estaba mi diario en el lugar en el que lo había dejado! Aquella libreta rosa con flores y líneas de colores había desaparecido de mi cajón personal.
Miré al reloj y me di cuenta de que era tarde así que decidí tomar una ducha y prepararme para irme a la escuela. Cuando terminé ya era la 1:30 pm así que bajé rápidamente, pero, era demasiado tarde y el bus se había ido.
-          ¿Qué clase tengo en la primera hora? – me pregunté a mi misma, ya que, mi casa quedaba a 2 km de la preparatoria y no podía usar el auto porque mi mamá se lo había llevado. Tenía que caminar.
Salí de mi casa lo más rápido que pude, y decidí salir corriendo (a pesar de que los tacones que traía eran los más altos que pude haber elegido).
Escuché el claxon de un auto y la curiosidad era mucha así que, decidí voltear hacia atrás. ¡Era Josh Taylor! Un guapísimo chico de ultimo año en su auto, un Ferrari Infiniti M 2011 rojo
-          ¿Quieres que te lleve? – dijo Josh con un tono de voz un poco nervioso
-          Si, por favor. – Respondí
Subí a el auto… mi corazón latía rápidamente.
-          Eres Becca Williams ¿cierto? – me pregunto Josh
-          Si, y tú eres Josh Taylor ¿no? am… ¿tan famosa soy? – reí en un tono de burla combinada con nerviosismo.
-          Pues he oído hablar mucho de ti.
-          Yo también mucho de ti… - dije con voz tenue.
Llegamos a la escuela, y, mientras Josh estacionaba su auto yo tomaba mis cosas.
-          Gusto en conocerte Becca. – Dijo Josh titubeando
-          Igualmente, am… pero, puedes llamarme solo Beck. Ahora, con tu permiso necesito entrar a clases.
-          Está bien, pero, ¿nos veremos luego verdad?
-          Si, te lo prometo. -  Dije mientras cruzaba por la puerta de entrada.
Para llegar a mi salón necesitaba cruzar todos los demás. Yo estaba en tercer semestre de la preparatoria.
A los alumnos de todos los grupos les había asignado un tipo de “clasificación” solo por diversión.
Como solo hay un grupo por semestre era un poco más fácil identificarlos.
Rápidamente me di cuenta de que iba recorriendo los salones, y nada parecía haber cambiado durante las vacaciones.
Primero estaba el salón de los chicos de sexto. Los chicos más guapos y sexys de la escuela. Muchos de ellos (incluyendo a Josh Taylor) conformaban el equipo de soccer, algunos otros el equipo de basquetbol pero muy pocos. Además de que todos estaban por salir, así que, no los veríamos más
Luego estaban los chicos de quinto, que, aunque eran guapos, no eran muy listos ni muy maduros todos estos conformaban el equipo de basquetbol. Había un chico en especial de este salón que me agradaba, por esta razón nunca me perdía algún partido; El salón siguiente eran los de cuarto, solo un año más grandes que yo y… con no muchas diferencias. La mayoría eran un tanto bobos, la mayoría estaban en el club de teatro, los demás solo eran raros y antisociales. Por alguna extraña razón mi grupo era el último y el salón que seguía era el de primero. Los novatos, no tenían mucho de especial, solo que yo sabía lo que ellos sentían al haber entrado recientemente. Recuerdo mi primer día de clases, era una pequeña niña asustada, nerd y… un tanto antisocial; aunque, eso no importa mucho en este momento. Lo que importa es que el campus es muy grande y recorrer todo esto es un tanto cansado. El penúltimo salón era el de segundo semestre, con los chicos que no habían entrado en mi grupo; yo los conocía a casi todos, chicos muy fiesteros y un tanto raros, pero, todos me caían bien. Y el último grupo, el del fondo de la escuela, era el mío. Un salón pequeño pero lleno de estudiantes… am… bueno creo que… lo admito, somos raros pero… nos llevamos bien unos con otros.
Entré a mi salón con una gran sonrisa, dentro me esperaban mis amigas, Sally y Jasmine.
-          ¡Hola chicos! – entré saludando a todos. Mientras dejaba mis cosas en alguna de las bancas mi mente se concentraba cada vez más en Josh Taylor… en realidad estaba enamorada de él… pero no podría permitir que la chica metalera otaku tuviera siempre a un chico en la cabeza… aunque estuviera parando.
-          ¡Hola Beck! - Me saludó Jasmine, junto con ella venía Sally.
-          ¡Chicas! Las extrañe mucho, ¿cómo les fue en sus vacaciones? – pregunté con una sonrisa estúpida que no salía de mi rostro
-          Pues a mí bien, pero, creo que tú tienes algo que quizás quieras contarnos ¿o no Beck?
-          Am… la verdad… ¡Sí! ¿Qué creen? Que el guapísimo chico de último año Josh Taylor me trajo a la escuela, y… hablamos. – dije con un tono desinteresado.
-          ¡Valla! Eso es genial… ¿Qué más puedes pedir si no es una cita con Josh Taylor? – Me dijo Sally en tono de burla.
Puse una cara de desinterés, dieron el timbre y me senté en mi banca mientras el Maestro entraba. La primer hora de clase correspondía a la materia de química, y, Mr. Ruiz era un experto en su materia pero… digamos que contaba más de su vida que de alguna otra cosa; empezó con la clase.
Mientras la clase transcurría, yo me perdía en mi mundo imaginario… flores de colores… corazones… Slipknot tocando sus canciones a todo volumen y figurillas japonesas corriendo por doquier… Todo fue interrumpido por una voz…
 - Williams, ¡Williams! –dijo Mr. Ruiz un tanto enojado
 - ¿si señor?
 - Señorita Williams ¿podría explicarnos lo que acabo de mencionar? – le eché un vistazo al pizarrón y note que se trataba de sustancias y mezclas, entonces recordé que había visto algo de eso en Discovery Channel.
- Pues Bien señor Ruiz usted explicaba que las mezclas de dividen en dos tipos homogéneas y heterogéneas ¿o no es así?
-          Ponga más atención señorita Becca, por cierto… quiero ver a sus padres un día de estos…
¡No! Dije para mí misma si mis padres se enteran que tengo problemas en la escuela ¡me cortaran en pedazos pequeños y los regarán por todo Texas cantando la felicidad regreso! Que por cierto, aquí es donde vivo, en Texas, Dallas Texas.
Regrese a mi mundo… inconscientemente se habían pasado las dos primeras horas de clases y mi receso  estaba por comenzar.
Dieron el timbre y todos salimos del salón. Espere que salieran Sally y Jasmine del salón.
-          Estuviste como una zombi las dos clases – Dijo Sally un poco preocupada.
-          Si es cierto, era como si no fueras tu – contesto Jasmine
-          Bueno, tuve muchas cosas en que pensar.
Llegamos a la cafetería; como de costumbre Jasmine tomo una ensalada cesar, siempre lo hacía, su personalidad se reflejaba siempre en cada cosa de ella, una chica sensible, fresca. En Cambio Sally, ella siempre fue muy extrovertida, hacia cualquier cosa con tal de ser feliz; a Sally no le importaba ser el centro de atención, siempre y cuando tuviera buena música para bailarla. Su sopa de verduras y pollo lo reflejaban.  En tanto a mi… bueno digamos que me gusta más callar… pero el brócoli y los camarones no lo reflejaban.
Después de tomar nuestros alimentos nos dirigimos a una mesa vacía. Las chicas empezaron a platicar mientras yo… pensaba. ¿Por qué un tipo como Josh Taylor me hablaría a mí? Quizás perdió una apuesta, quizás quiere que le presente a una de mis amigas… Un brócoli me pego en la frente…
-          ¡Hey! – Grite un poco molesta
-          ¡Esperamos tu respuesta! -  Dijo Jasmine un poco molesta – Para la fiesta de Raquel, ¿qué te piensas poner?
-          Bueno… am… no pienso ir. – Dije con desinterés -  Ash… es que miren chicas no tengo con quien ir, además ¡es en un mes! Falta demasiado… por cierto que Raquel nunca me ha agradado.
-          ¡Ho por favor Beck! La pasaremos bien, además será el momento para ser el centro de atención en su propia fiesta.
-          Bien lo pensare…
Dieron el timbre de entrada a clases, las chicas y yo caminamos hacia el salón; en ese momento vi a Josh… mi respiración se detuvo por un momento, estaba bromeando con sus amigos. Simplemente me concentre en otra cosa… en el proyecto que tenía que entregar entrando a clase… aquel proyecto que me había tomado todas las vacaciones realizar, mi proyecto de literatura.
Llegamos al salón y Mr. Gonzales quien era mi maestro de literatura ya estaba dentro.
Había Junta de maestros así que pidió que dejáramos nuestros proyectos en su escritorio. Sin fijarme saque la libreta en la que escribí mi tarea, una casi igual a mi diario, solo que esta no decía “Beck” al frente en una calcomanía pequeña. El maestro se había llevado todos los proyectos, así que empezábamos a guardar nuestras cosas para retirarnos, fue cuando noté algo raro… ¡Mi diario estaba en mi mochila! O al menos eso creía yo… era mi tarea  de literatura… en ese momento Salí corriendo del salón para encontrar al maestro Gonzales, pero, era demasiado tarde… se había ido a la junta.
Regrese al salón decepcionada, no había alcanzado mi diario…
-          ¿Por qué saliste corriendo de esa manera Beck? – Pregunto Sally un tanto preocupada
-          Confundí mi diario con mi tarea y ahora Mr. Gonzales se ha ido y no la alcance… ¡imaginen lo que pasaría si alguien se entera de lo que había allí! Tengo mi vida escrita en esas páginas… además mr. Gonzales nos comentó que iba a darles los trabajos a los alumnos de último año, ¿Qué pasaría si mi trabajo llegara a las manos de Josh o de sus amigos?
-          Relájate Beck, recuerda que mr. Gonzales va a leer los trabajos antes, además él vendrá más tarde a los cursos para maestros. – Me dijo Jasmine
-          ¡Cierto! Gracias Jasmine, ¡Te amo!
Salí de la escuela. Me puse mis audífonos y encendí mi reproductor. Convenientemente Josh también iba saliendo. Me mezcle con algunos chicos de primer año mientras veía salir a Josh… en su Ferrari… tomé el autobús y me dirigí a mi casa. Al llegar, saludé a mi mamá como de costumbre y subí a mi cuarto a dejar mi mochila y algunas otras cosas. Encendí mi laptop y abrí mis redes sociales, después de cambiarme me senté frente al escritorio en el que estaba mi computadora. Noté que tenía una publicación, ni más ni menos que de Josh… era la primer vez que me hablaba y ya me mandaba mensajes, me pareció extraño… que una persona me hubiera encontrado… hay muchísimas personas con nombres iguales al mío; luego de eso recibí un mensaje de texto que decía:
Hola Beck… soy Josh… espero que no te moleste este texto… estaré en el trabajo más tarde… por si quisieras verme…”
No podía creerlo… Josh Taylor… había mandado un mensaje de texto…  era perfecto. Puse mi mano en  mi mejilla. De repente solo escuche que la puerta de la entrada se había abierto.
-          Debe ser mi papá - me dije para mí misma. En ese momento bajé las escaleras y me encontré con una gran sorpresa… Eran Josh y sus padres… El sr. Y la Sra. Taylor eran muy importantes en Texas, eran dueños de la más grande cadena de florerías del estado, Josh trabajaba en una florería muy cerca de mi casa en sus ratos libres.
-          Siéntate Becca, los señores Taylor tienen algo que decirnos. – Dijo mi mamá un tanto emocionada.
-          Bien, como le decía señora Williams, venimos a invitarlos a una pequeña reunión en nuestra casa, solo los amigos más cercanos.
Pero nosotros sabíamos que no sería una pequeña reunión, todas las fiestas de la familia Taylor eran de lo más extravagantes que podría haber, solo las personas muy importantes tenían el honor de asistir.
La señora Taylor repaso un sobre dorado con negro a mi mamá, ella lo abrió. Dentro había una invitación que decía:
“El sr. Y la Sra. Taylor tiene el honor de invitarlo a usted y a su apreciable familia a la boda de
Josh Taylor & Vanessa Hernández…”
No pude leer más… todo mi mundo se cerró… de repente solo abrí los ojos, estaba en mi habitación, todo había sido solo un sueño.
Decidí bajar  a comer, pero,  tenía miedo de que mi sueño fuera realidad y los señores Taylor estuvieran allí, después de todo, mi sueño había sido demasiado real. Al final, luego de tanto pensarlo baje. Efectivamente estaban los señores Taylor y Josh allí… todo fue absolutamente igual, me senté al lado de mi mamá. Las palabras, las expresiones, todo iba de acuerdo a mi sueño… de repente la señora Taylor le entrego un sobre a mi mamá, a diferencia que en mi sueño, este era blanco con un listón rosado. Mamá lo abrió… el contenido decía:
“El sr. Y la Sra. Taylor tiene el honor de invitarlo a usted y a su apreciable familia a una fiesta en honor a el 30 aniversario de las florerías “Tulips Peachy”
Para mí fue un alivio leer eso, pero, ¿qué significaba el nombre de mi sueño? Pudo haber sido solo un nombre al azar de entre tantos pero, si el sueño había sucedido… quien sabe que sería aquello. Entre tantos pensamientos olvide algo…
-          ¡Mi libreta! – Grité, había olvidado que ya era hora de ir por ella. Los señores Taylor simplemente me miraron de una manera extraña, pero Josh no aguantaba la risa.
-          Mamá iré por una libreta a la preparatoria, ya vuelvo – Dije a mi mamá.
Salí corriendo de mi casa, me subí al auto de mi mamá y fui a la preparatoria a buscar a mr. Gonzales. Al llegar, pregunte a las secretarias en donde estaba, me dijeron que en la sala de maestros, la cual estaba en un segundo piso. Rápidamente subí las escaleras, efectivamente mr. Gonzales estaba allí. Revisaba los proyectos, habían dos filas de cuadernos, en la segunda estaba el mío.
-          Hola maestro, creo que me equivoque de trabajo durante clase… aquí está el que nos pidió – dije un tanto nerviosa.
-          Sí, me di cuenta. Por favor déjalo en la primera hilera. Creo que no te pedí una novela Becca, pero, ¿no has considerado ser escritora? Claro que cambiando algunos nombres – preguntó mr. Gonzales en un tono misterioso.
-          Pues, en realidad no, de hecho… pensaba estudiar odontología.
-          Bueno, si cambias de opinión, llámame, se de una buena editorial y, tengo contactos.
-          Está bien mr. Ruiz, por lo pronto me voy.
-          Que le vaya bien señorita Becca.
Salí de la preparatoria con mucha satisfacción de tener de nuevo mi diario entre mis manos. Regresé a mi casa.
Al llegar me di cuenta que ya había llegado también mi papá. Era un hombre muy ocupado al ser neurocirujano en un gran hospital, mientras que mi mamá era una enfermera en otro hospital diferente. Siempre me pregunte por qué nunca han trabajado juntos pero, creo que es un misterio de la vida,
Entré a mi casa, había un plato de choap soey esperándome. Estábamos todos reunidos, mis 4 hermanos y yo, junto con mis padres. Esa escena me recordó a los días de mi infancia, cuando vivíamos en Tijuana México. Una escena llena de armonía y de luz, pero, esos días se habían terminado. Era el comienzo de una nueva época.
Todos terminaron de comer excepto yo. Mis padres subieron a descansar, mi hermano mayor Louis, preparaba sus cosas para irse a la universidad, era una persona muy estudiosa. Mi hermana mayor Ashley, al igual que Louis se preparaba para la universidad. Ellos en realidad no eran mis hermanos. Louis fue adoptado y Ashley entro en mi familia porque una ex novia de mi papá y él son sus papás pero, la mamá de Ash, murió cuando ella estaba pequeña; Tenia también dos hermanas más, hermanas de sangre. Cloe, que era solo dos años menor que yo y Alice,  mi hermana pequeña, una niña muy dulce, cariñosa, pero, sobre todo la hermana que todos quisieran tener, ella aun tenía 8 años, pero, a su edad era muy avanzada.
Me quede sola en el comedor, pensando en todo y en todos. Al terminar me puse a lavar los trastes. Estaba demasiado distraída, lo que hizo que un cuchillo cortara diagonalmente mi muñeca. No me di cuenta de eso hasta que termine.
Subí a mi cuarto a buscar una venda y un poco de agua oxigenada. Vi la hora, eras las 6 pm. Eso significaba que Josh estaría en la florería. Avisé a mi mamá que iba a salir, a pesar de que mi papá estaba en casa. A mi papá lo quería, y mucho, pero… no teníamos mucha comunicación. Cuando salí yo, también él salió. Me pareció extraño verlo salir, pues no era un hombre que saliera si no había trabajo a menos que fuera con su familia. No le di mucha importancia.
Iba caminando por la calle, ya que la florería estaba muy cerca. Pensaba que, durante los últimos días todo me había ido bien, la escuela, mis padres, mis amigos y ¡ahora Josh! ¿Qué más podía pedir?
Llegue a la florería, un edificio de dos pisos, pintado de verde por el exterior y de amarillo con franjas rosas en el interior. Entré, había toda clase de flores, desde tulipanes hasta margaritas. Pasando por las gladiolas, violetas, rosas y Flores Lily. E n el fondo del edificio divisé a Josh, haciendo un gran arreglo para una boda. Se veía encantador, además, no creerían que su auto se lo compro su padre ¿o sí?
Para despistar, empecé a tomar unos tulipanes y algunas gladiolas, estas últimas eran mis flores favoritas. Rápidamente llegó Josh a ayudarme
-          Hola Beck – me dijo un tanto emocionado
-          Hola Josh
-          Am… ¿vas a llevarte esas flores?
-          Si, ¿puedes envolverlas por favor?
-          Claro solo espera.
Mi corazón se aceleró. No podía creerlo. Mientras Josh envolvía mis flores en papel celofán rosa y listones, yo miraba a mi alrededor pensando, ¿Cómo las flores hacen tan felices a las personas? Tantos colores… tantas fragancias… tantos sentimientos que podían expresar. Rosas amarillas para tus amigos enfermos, rosas rojas y rosadas a la persona que amas, rosas blancas a una persona que quieres y tienes que despedir… claveles a tu madre que te ama… tulipanes a una mujer especial que se convertirá en mamá…violetas a una chica que ha tenido una vida esplendida y ha sido exitosa… gladiolas… gladiolas para regalarte a ti mismo.
-          Bien Beck aquí están tus flores -  me dijo Josh
-          ¡Ho! Gracias Josh, iré a pagarlas
-          No, no tienes que hacerlo, es mas, estas te las regalo yo. ¿te gustaría ir a dar una vuelta?
-          ¡Claro! – respondí animada y feliz por lo de las flores. Noté que Josh había puesto una nota, pero, no le di mucha importancia, pues si lo hacia quizás pensaría que es extraño.
No podía hacerme ilusiones con Josh, porque, además de que nunca me haría caso, no podía permitir que mi reputación se acabara asi, me refiero a que, Josh aunque es deportista y popular, es un hijo de mami y todo el mundo lo sabe, y yo, bueno, yo soy considerada una niña dulce, metalera, y un tanto graciosa. Dos personas asi no podrían juntarse nunca…
Ibamos caminando Josh y yo por la calle, platicábamos de nuestros gustos, nuestros sueños y anhelos, seguimos caminando como locos hasta llegar a un pequeño parque cerca de allí. Un parque, podría decirse romántico, pasto por doquier, en el centro había una fuente, rosales alrededor y bancas. Un pequeño kiosco al este del parque.
-          ¿Qué tal si vamos al kiosco? – dijo Josh un poco nervioso.
-          Si, me parece perfecto.
Caminamos hacia el kiosco… de repente vi dos siluetas en él… era mi papá y una tia de Josh, una gran empresaria…
Noté que Josh, al ver que su tía estaba allí y mi padre también, se puso un poco nervioso. Yo solo miraba con odio a esa mujer, pero, a la vez no sabia que pensar de mi papá. Me refiero a que, si de verdad quería a mi mamá entonces ¿Por qué estaría con otra mujer?
Ví que le tomaba la mano a esa mujer, estaban en una mesa y había flores allí.
-          Mi tía es una empresaria importante, quizás solo están haciendo negocios y charlando – me dijo Josh un poco nervioso.
-          Si, bueno… creo que tienes razón.
Bajé la mirada, gracias a eso me di cuenta de que ya era tardísimo.
-          Josh me tengo que ir, si no mi mamá va a enojarse y no podre salir.
-          Esta bien Beck no te preocupes, mañana nos veremos en la escuela ¿está bien?
-          Claro. Adiós.
Llegue a mi casa, cansada y con un ramo de gladiolas en las manos, le quite la nota y se las obsequie a mi mamá.
Subí a mi cuarto y cerré la puerta, la nota era algo ultra confidencial y nadie podía enterarse. Era un sobre rosa, al abrirlo, olía a rosas… era maravilloso. Dentro había una hoja de papel blanca que decía:
Beck… me gustas, lo has hecho desde el primer momento en que te vi, me encanta todo tu, tu forma de hablar, de caminar, de reír… la manera en que me miras… te amo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

mi novela: Paseando por mi vida: Becca Williams (Prólogo)

PROLOGO
Eran las 11:45 de la noche de aquel dia 31 de diciembre. Levanté mi copa llena de vino tinto. De repente llegaron a mi cabeza todos aquellos recuerdos pasados del año; mis mejores amigas, Jasmine y Sally con todos sus problemas amorosos y las locuras que juntas ideábamos... Mi primer amor, Christopher, la persona a la que quise, la misma que, despues de todo me enseñó una  gran lección... "No te enamores de las personas equvocadas".
Solo escuché la voz de mi madre cuando me llamó por mi nombre.
 
- Becca! hija, ¿Estás bien? - dijo mi madre un tanto ebria y con un tono de voz preocupado.
 
- Si mamá - respondí - Solo me maree un poco, pero... estoy bien.... ahh... mamá me iré a acostar.
 
- Muy bien hija que pases buenas noches.
Me despedí de todos en el comedor y subí a mi cuarto... la música ranchera se escuchaba a todo volumen y un sentimiento de vacío llenaba mi alma.
De un momento a otro me encontré frente a la puerta de mi cuarto, en cuanto toqué la perilla algo me detuvo, una fuerza extraña. Dentro de mi, mis pensamientos divagaban y en mi pecho un agujero tragaba mis sentimientos; abri la puerta y entré a mi cuarto. Junto a mi cama una caja rota y un tanto vieja me esperaba. Fotografias, tarjetas y millones de escenarios en mi cabeza repasaban aquellos momentos.Una lágrima rodó por mi mejilla.
Recosté mi cabeza en la almohada y aquellos sueños se rompieron...